Puedes engañar a la multitud con esa sonrisa de porcelana
que tienes, yo más que nadie sé que estas mal, en tus ojos se refleja la
melancolía y el caos que hay en tu espíritu.
Quiero salir corriendo a acudirte pero no quiero que me alejes
más de lo que estamos, todos los que socorren a ti los pateas diciendo que no
pasa nada y que si en tal caso pasara eres lo suficiente fuerte para hacerte
valer por ti misma.
Ambos sabemos que es mentira, trazo estos versos porque sé
que al papel no le puedes hacer daño, lo puedes arrugar y romper en pedazos y
solo estas multiplicando los trozos así como se multiplican las ganas de salir
corriendo a donde estas y no salir lastimado.
Tu novio pidió que me alejara de ti y lo que más me duele es
que tu no intentaste impedir eso, puede ser porque estas ciega de amor y no
quieres realmente abrir los ojos y darte cuenta lo que pasa en el mundo, la
maldad que él tiene y lo ingenua y frágil que sueles ser.
Estoy sumamente roto, no sé cómo acercarme a ti sin salir
disparado como un arquero lanza su flecha, es una jodida historia de amor, es
algo hiriente tanto para ti como para mí, sonaría algo cursi decir que eres mi
alma gemela o mi media naranja. Pero si de algo estoy seguro es de que dejaste
una marca indeleble en mi corazón.
Se torna un poco largo esto y sin embargo no es ni la cuarta
parte de lo que te tengo que decir, como anhelo poder decírtelo de frente pero
es algo imposible de tu parte, me encantaría rozar tu piel y volver a ver esa
magia en tus ojos y tu indescriptible sonrisa que trasmitías y me hacías estar
en gravedad 0.
Me gustaría ser ciego, aborrezco verte mal. O quizás ser
sordo, y así no escuchar tus penurias. Tal vez ser mudo y no querer salir
corriendo a decirte cuanto te quiero.
Jure estar ahí por siempre, solo espero que pidas mi
ayuda.
Me gustaría no tener corazón, sería mejor, no estuviera
Muriéndome por amor.