Hola, no pretendo quitarte mucho, tiempo solo quiero que
sepas un poco de mí, no diré mi nombre porque quiero permanecer en el anonimato, por lo
tímido que soy y no quiero que pienses que soy un acosador, mírame como un
admirador.
Ayer cuando te vi llorar por un imbécil que no te merece, sentí
mucha furia, quería correr y darle un puñetazo, por cómo te trataba pero tú no hacías
ni el mínimo gesto de defensa, no te golpeo y tampoco lo permitiría. No vengo a
juzgarte, pero ¿Cómo puedes estar con alguien así?, te quedaste en ese parque
durante dos horas, me quede en la distancia observándote te secaste esas lágrimas,
te recogiste el cabello y quiero que sepas lo hermosa que te veías con ese
cabello recogido, sacaste un libro no alcance a leer el titulo estaba muy
lejos, solo esperaba a que hicieras tu magia, esa que haces cuando sonríes,
cuando por fin la hiciste me sentí bien.
Acabo de una hora que te fuiste decidí irme pero la mente
me daba vueltas, y al llegar a mi casa había tomado la decisión de escribirte, pero vi que colocaste una nueva foto con ese imbécil, tome una larga ducha para
alejar los pensamientos pero solo aumentaron con más intensidad. Me pregunte
que fuera pasado si fuera tomado la decisión de confesarte lo que por ti sentía,
pero soy muy cobarde le temo al rechazo.
Así que te escribí esta carta que estás leyendo, la estoy
terminando camino a tu casa son las 4:32 am, seguramente la estés leyendo cuando
mi vuelo este saliendo, me voy del país y creo que si te fuera dicho todo lo
que sentía y tú me correspondías fuera tirado todo por ti y me fuera quedado,
pero vi que estas enamorada de la toxina y yo soy pureza que triste, tengo dos
años amándote en secreto y no creo que ya no importa mi identidad, pero ten por
seguro, que cuando vuelva y si te vuelvo a ver me llenare de valor y te diré
todo de frente, viendo esos ojos color esmeraldas que le dan calor al corazón más
frió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario