Esta guerra
está terminada, fue una verdadera masacre, no hubo bandera de rendición de mi
parte, luche hasta el final, dejando mi última gota de sudor en la arena.
Esquivando
tus lanzas y puñales me encontraba, siempre atento –o eso creía- no me percate
que planeaste un contraataque, atacándome por la espalda. Fue cobarde, me
dejaste ahí tirado y huiste mientras me desangraba, pero para tu sorpresa sobreviví
y aquí estoy, no habrá venganza porque fui el ganador, no fui yo quien salió
huyendo.
Mis heridas
sanaron y ya han cicatrizado ahora son el trofeo de esta guerra.
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