Todo
me sale mal, es como si la vida no me quiere ver feliz. Cuando mejor estoy
llega algo y acaba con mi felicidad con la intensidad de mil huracanes juntos.
Estoy
molesto conmigo mismo por ser vulnerable contigo, con el resto soy una piedra,
pero contigo no lo puedo ser, no sé qué tienes que me causas eso. Me gustas
cuando no te aíslas y me dejas ver a esa pequeña chica de los hermosos
sentimientos, esa chica la cual me hace sentir feliz.
Pero
te aíslas cada vez más, causándome así un carnaval de emociones que no sé cómo
expresarlas, ya no sé cómo hacer para que te des cuentas que estoy dispuesto a
todo si tú también lo estas.
Pero
no dices nada, te quedas callada y dejas que me siga hundiendo y se nadar pero
le tengo miedo al mar, y en este caso tu serias el amar, lleno de
misterios y tesoros ocultos.
Solo quiero que dejes tus miedos a un lado y me
hables, háblame que aquí estaré dispuesto a escuchar todo eso que tengas que
decir. No te limites a decir cosas que
puedan causar dolor, dilas, no quiero que guardes nada, di todo eso que tienes
que decir, al fin y al cabo nunca se está preparado para lo que se viene en
esta vida y en la otra.
Siempre
trato de pausar este tema para no acelerar las cosas, pero cada vez es peor y
no siempre podre posponerlo, quiero que las cosas queden claras, nos acercamos
al final y aún estamos perdidos en este laberinto, entonces dime ¿buscamos la
salida juntos o el que la encuentre primero gana?