Y
falle.
Falle
al baja la guardia y dejar que te acercaras a mi sabiendo que no eran
precisamente buenas tus intenciones, y con un gancho de derecha me has dejado
contra las cuerdas.
Cada vez
que te veo en brazos de otra persona me desplomo en la lona, cuando sonríes y
me miras es un K.O sin duda alguna.
Pero
no estoy decepcionado de ti, nunca nos decepcionamos de las personas, si no de
nosotros mismo, por creer que harían lo que nosotros en su lugar fuéramos
hecho.
Ambos
somos culpables quizás yo más que tú, pero culpables al fin, por nunca dejar
firme lo que realmente queríamos, no pretendo voltear atrás al despedirnos
porque sé que tú no lo harás y seria como volver a abrir la herida. Fue bonita
la marca indeleble que me has dejado y siempre querré que te vaya bien.
A la
final las cosas no pasan como esperas que pasen y tenemos que tener eso en
cuenta, no creo que esto sea una despedida para siempre, en algún momento de
nuestras vidas nos encontraremos y sabrá DIOS que pasara.
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