Y volverás.
Cuando ya hayas experimentado lo suficiente, cuando
mi recuerdo te abunde por las noches de soledad, me extrañarás y sentirás el
deseo de volver.
Me verás reflejado en cada lugar, voz, personas,
películas u objetos hasta sentirte perdida y me querrás tener.
Te fuiste por tus propios medios, así lo decidiste
y no pude impedirlo. Querías volar y así fue, porque no fui capaz de cortar tus
alas pero ahora eres libre.
Tu sabiduría te ha llevado a distintos lugares,
espero no hayan sido malas experiencias.
Pero aquí me encuentro acomodando el nido para
cuando vuelvas, te estaré esperando con los brazos abiertos, como siempre ha
sido. Solo te pido que te des prisa por favor que está haciendo un poco de
frió.
Un
nuevo caos.
Y una
escritora anónima.
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