Caminábamos
ya por inercia, esto no nos estaba llevando a ninguna parte, solo nos estábamos
adentrando más a las profundidades del mar, donde yo tenía miedo y tú no sabías
nadar, pero creo que aprendiste hacerlo porque escapaste de ahí y me dejaste
solo con mis miedos.
Aprendí
a dominarlos, pude salir de ese lugar tenebroso, al pisar tierra firme nuevamente,
me di cuenta que, la persona que ha entrado ahí se ha quedado en ese lugar, que
soy nuevo y renacido, no creo que sea gracias a ti, tampoco sé si tienes parte
de este triunfo, lo que sé es que fuiste cobarde por abandonarme, por salvarte
tu sin decirme nada aunque era visible la fantasía que vivíamos o en la que me
hacías vivir.
Andábamos
en un tren con destino a ninguna parte, por fin nos logramos bajar de ahí, cada
quien con una marca indeleble de ese recorrido, no pretendo reabrir las heridas
causadas por tu actitud. Me cuidare más, protegeré mi alma y mi corazón,
necesitan remodelación.
-no
creía en eso que llaman karma pero creo que tú lo fuiste para mí, no sé qué mal
cause en el pasado pero ya salde mi deuda-.
No hay comentarios:
Publicar un comentario