lunes, 8 de mayo de 2017

VIVE Y VALORA



Solemos quejarnos de todo lo que nos molesta, de las cosas “sin importancias”. Pero cuando personas a las que vemos a diario, de esas que se vuelven rutinarias no están más ¿Cómo nos afecta eso?.

Vivimos errados, Vivimos por vivir y no por disfrutar de las personas, de los pequeños detalles, de la magia que puedes encontrar  en una sonrisa, vivimos esta vida a lo loco, existe una frase que dice “vive la vida como si no existiera un mañana”, pero alguna vez nos hicimos la pregunta de ¿qué pasará si el día de mañana la persona que más adoras ya no está?

Coloquemos un ejemplo, digamos que ya tu madre no se encuentra en esta vida, ¿Cómo tomarías las riendas en tu vida? ¿Estás seguro ahora de ti mismo? ¿Crees que la vida es justa o injusta? ¿Cómo contestarías a esas simples preguntas?

Solemos menospreciar las pequeñas cosas que las personas hacen por nosotros, pero cuando ya no se encuentran las amamos y las echamos de menos, somos algo ignorantes por ese sentido, se sobreentiende que sientes dolor de perder a esa persona, pero cuando la tenías contigo ¿Por qué no le decías lo mucho que le apreciabas o lo orgullos@ que te sentías por lo que había logrado hasta ahora? ¿Por qué somos tan jodidamente orgullosos, por qué?

El orgullo no nos lleva a ningún sitio estable, la vida es un laberinto de espinas, ¿Podremos buscar una salida sin salir heridos?

Todo esfuerzo trae su recompensa, pero quedarse soló en palabras lleva a la pobreza.                                                                                                                
                                                                                                                              Proverbios 14:23

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