martes, 3 de octubre de 2017

Punto y seguido.


Mientras me encontraba releyendo nuestra conversación, me di cuenta que no quiero recibir tus migajas de pan, no soy un mendigo ni pretendo serlo, quiero irme sin causar daño, quiero dejar las cosas en paz aunque tenga que recordarte siempre y sean tan frías tus memorias como el beso de un Dementor

Quiero creer que haces las cosas sin querer, no te puedo obligar a nada. Tengo que ser mi prioridad ante todo, debo empezar a valorarme y ser feliz, ya llego mi turno, mentiría al decir que ese instante a tu lado no fui feliz, pero tampoco fue sano.

No sé si  en algún momento mentiste, total ya carece de importancia, yo si podré decir que nunca mentí en lo que te decía y fue una lástima que siempre desconfiaras de mí.

Me molesta tanto tu semáforo emocional, me haces pasar de la risa a la rabia en cuestiones de segundo, no puedo decir que te quise o que te amé porque mentiría, pero si te tengo aprecio por lo vivido, aunque fuese más rápido que una estrella fugaz, no digo que me despido solo diré lo que dices tú; el tiempo dirá lo que pasara después.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Vivos recuerdos.

-Esto es difícil… ¡vaya que lo es!- Eso pensaba mientras releía por enésima vez la carta que te daría el día en que me dejaste plan...